sábado, 3 de noviembre de 2018

El inicio de todo

Papá, ¿cómo se hace un videojuego?
Eh…

Bueno, en esta entrada no voy a explicar cómo se produce íntegramente un videojuego, pero sí que voy a dar el recurso y las indicaciones para que el alumno pueda hacer su primer “Hello world” e intentar despertar en él la curiosidad por la programación.

Scratch (enlace aquí) es una herramienta que permite usar programación visual, la más básica y atractiva para el usuario, en una interfaz sencilla y con unos controles intuitivos, pero eso sí, con un gran potencial gracias a sus diferentes opciones de personalización. Introducir al usuario en el “exótico” arte de la programación va a resultar muy fácil con estos sencillos pasos:

  1. Elegimos el objeto a animar de entre los más de 200 que nos ofrecen o incluso subiendo nuestra propia imagen con sus diferentes disfraces (sprites). Elegimos el fondo y, si queremos, algún sonido.
  2. Una vez elegidos los diseños, pasamos a la acción. Y de eso se trata, la escena puede cobrar vida mediante las diferentes acciones que podemos indicar que haga, por ejemplo, nuestro personaje, con ordenes como “decir ‘Hello!’ por ‘x’ segundos”, “repetir ‘x’ veces” un “mover ‘x’ pasos” o “si ‘tocando puntero del ratón’ entonces ‘esconder’. Y como estas, un sinfín de sentencias más para que nos quede un juego de lo más bonito.

Una curiosidad es que Scratch no solo sirve para hacer pequeños juegos, sino que también permite realizar animaciones, presentaciones y todo aquello que necesite transición cuándo y cómo nosotros le digamos que debe ser.

Mira papá, mi primer juego.
Veo que lo has hecho como yo te dije.
Eh…

EXTRA BALL: El toque de innovación utilizando esta herramienta puede darse cuando el profesor le da un recurso Scratch ya realizado al alumno y le pide que resuelva una situación sin utilizar la forma sencilla o con el mínimo número de sentencias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario